El pulpo le ganó al topo: Iker Uriarte, Doctor en Ciencias Biológicas, dice que “en el documental pareciera que el buzo interactúa con un ser de Marte”
Fuente: THE CLINIC
El documental «My Octopus Teacher» rompió el sueño en los Óscar para «El Agente Topo». La derrota para la película chilena convirtió, en estos días, al animal acuático en un verdadero enemigo nacional. Sin embargo, para el doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad Austral, Iker Uriarte, quien ha estudiado a los pulpos por 15 años, estos moluscos -que habitan en toda la costa de Chile- son tan magníficos que pareciera no pertenecer a este mundo: “Para poder vencer a un pulpo hay que llegar muy bien preparado”.
La sorprendente amistad, o amor, entre un documentalista sudafricano y una pulpo hembra fue el eje central de uno de los documentales de naturaleza más exitosos de la última década. La película “My Octopus Teacher” (disponible en Netflix) conmovió al mundo y a la Academia haciéndola acreedora del Oscar a mejor documental, venciendo en la misma categoría a la cinta nacional “El Agente Topo”.
En la película ganadora podemos al audiovisual y conservacionista Craig Foster buceando en el océano Atlántico frente a la costa oeste de Sudáfrica. La película muestra la relación que forja con el animal de ocho patas: por momentos el vínculo incluso parece una danza abisal entre el hombre y el animal, el cual responde con increíbles muestras de humanidad, tocando con sus tentáculos las manos de Foster o posándose en su pecho.
Pese a lo conmovedora de la cinta, muchos compatriotas han ironizado con el film, convirtiendo al pulpo en un verdadero enemigo nacional por haber derrotado al Topo en los Óscar. Incluso, organizaciones como la Subsecretaría Nacional de Pesca compartieron la imagen de una caricatura de su mascota, el chungungo, comiendo un plato de pulpo con Sergio Chamy, protagonista de “El Agente Topo”.
Para el Doctor en Ciencias Biológicas, académico e investigador del instituto de Acuicultura de la Universidad Austral, Iker Uriarte, quien ha estudiado los pulpos durante más de 15 años, la cinta es un fiel reflejo de la “humanidad” y el desarrollo mental de estos animales.
Aunque reconoce no haber visto “El Agente Topo”, asume que las capacidades de los pulpos, demostradas en “My Octopus Teacher”, son difíciles de equiparar: “ Me dijeron que El Agente Topo era muy buena y la daban como ganadora, ¿no? Hasta que apareció el pulpo, que en realidad es como un alienígena. Y pienso que hay que llegar muy bien preparado para poder vencerlo”.
¿Cómo marcianos?
-Sí, y esta película que ganó el mejor documental en los premios Óscares demuestra que realmente es una especie muy interesante. Es una especie de invertebrados capaz de interactuar con el ser humano, es como si fuera un extraterrestre. En el documental pareciera que el buzo interactúa con un ser de Marte. Eso fue algo maravilloso, porque el pulpo trata de interactuar, pero interactuar positivamente.
¿Qué le pareció el trabajo de documentación de “My Octopus Teacher”?
-Buenísimo. Yo creo que la gracia que tiene ese documental es que fue verídico. O sea, no me imagino que haya habido ningún tipo de montaje. Simplemente la persona, que además llevó a su hijo, filmó. Y era un experto en filmación. Encontró un animal que le llamó la atención y lo siguió. Y el animal también estaba pendiente de que día a día, o las veces que lo frecuentaba, estuviera presente en el lugar. O sea, generó una interacción finalmente. Generó una comunicación. Eso conecta.
¿Ha visto esa interacción a lo largo de su carrera?
-Nosotros hemos tenido pulpos bastante amistosos. Había uno bien particular, ese pulpo solamente comía si uno le llevaba el alimento en la mano. Se iba con un brazo y tomaba el alimento, que se lo daba uno en la mano. Otros no. Cada animal tiene características diferentes. Y éste nos llamó la atención en ese tiempo porque tenía ese comportamiento bastante más interactivo. Pero nunca tanto como el pulpo del documental.
¿Qué cree que hizo que esta película impactara tanto a la audiencia y a los expertos en cine para hacerla merecedora de un Oscar?
-Yo creo que hay bastantes cosas. Hay bastante información y muchos documentales donde muestran el comportamiento de los pulpos y les ponen una jaiba dentro un frasco, y el pulpo es capaz de girar la tapa, entrar, sacar la jaiba y comérsela. Eso llama mucho la atención. Y está la sociedad protectora de los pulpos, que están en contra del maltrato a los pulpos porque de acuerdo con muchas investigaciones ya se sabe que tienen consciencia y que sufren. Entonces eso hace que se les tenga bastante más respeto. Y eso tiene que ver bastante con lo que nosotros queremos transmitir desde nuestros puntos de vista, que es que el sacrificio sea lo menos traumante posible para el animal, porque tiene mucha sensibilidad. Cada brazo tiene 40 millones de células nerviosas. Y eso hace que sean muy sensibles a todo lo que signifique interacción con ellos.