Opinión: Interacción entre pesca y acuicultura de pequeña escala

 Por el Dr. Carlos Molinet, director del Instituto de Acuicultura y Medio Ambiente de la UACh Sede Puerto Montt, del Programa de Investigación Pesquera e Investigador Adjunto Centro INCAR.

 

 

La acuicultura de pequeña escala (APE) en Chile es posible a través del D.S. Nº 45 del 09 de junio de 2021 que aprueba el Reglamento de APE. Esta normativa, de características generales, tiene i) un enfoque colectivo al incorporar a la pesca artesanal organizada, principalmente a través de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB) (DS 314/2004, DS 355/1994), y caletas, y ii) un enfoque individual permitiendo acceso a través de concesiones y la instalación de estanques en tierra.

 

Integración

La nueva normativa presenta desafíos y oportunidades para la interacción e integración entre APE y la pesca artesanal (PAR), en un contexto de enfoque ecosistémico de manejo conjunto de áreas marinas costeras.

La acuicultura y la pesca son actividades sub-sectoriales que a menudo pueden depender de los mismos recursos naturales y comparten el mismo ecosistema, espacio físico, fronteras, puntos de desembarque, de venta, etc. Ambos sectores pueden imponer costos o beneficios externos al otro y competir en los mercados. La integración efectiva entre ambos subsectores se puede lograr a través de la implementación de un enfoque ecosistémico en áreas de uso comunes (para pesca y acuicultura) como pueden ser las AMERB, considerando que el enfoque ecosistémico a la pesca (EEP) y el enfoque ecosistémico a la acuicultura son marcos de gobernanza que ha impulsado la FAO y que han sido adoptados por los países incluyendo Chile.

Siguiendo los lineamientos del DS 45/2021, una importante interacción entre pesca y APE es la captura de semilla silvestre (colecta de semillas) para la engorda y producción acuícola (conocida como acuicultura basada en captura (de semillas, larvas o juveniles silvestres) (ABC) (Lovatelli and Holthus 2008)[1].

 

Repoblamiento

Por otro lado, una problemática presente y que ha sido tratada sólo en escala experimental es el repoblamiento de especies bentónicas explotadas comercialmente, que podría asociarse a pesca basada en cultivo (PBC). Un marco normativo que permite desarrollar la acuicultura y repoblamiento de especies bentónicas está también en el contexto de las AMERB que son administradas por organizaciones de pescadores artesanales (ver figura).

Paralelamente, en la literatura mundial de los últimos años se han adoptado enfoques que permiten identificar beneficios ecológicos que se pueden lograr a través de la acuicultura para recuperar fondos marinos degradados por efectos de intervención humana directa o indirecta.

Específicamente, se ha identificado que el cultivo comercial de mariscos bivalvos y algas puede generar valiosos bienes y servicios ecosistémicos, incluida la provisión de nuevos hábitats para peces y especies de invertebrados móviles. A esto se ha llamado “Acuicultura Restaurativa”, definida como “Acuicultura comercial o de subsistencia que apoya iniciativas para proporcionar/o proporciona directamente beneficios ecológicos al medio ambiente, lo que conduce a una mejor sostenibilidad ambiental y servicios ecosistémicos, además del suministro de mariscos u otros productos comerciales y oportunidades de sustento”.

Hasta ahora la restauración de arrecifes de bivalvos se ha desarrollado principalmente en Estados Unidos, basado mayoritariamente en la ostra Crassostrea virgínica, aunque en los últimos años se ha comenzado a implementar en otras regiones del mundo, motivados por la evidencia combinada de la declinación de bancos de bivalvos y la potencial pérdida de servicios ecosistémicos provistos por estos bancos.

 

Situación en Chile

En Chile estudios realizados por el Instituto de Fomento Pesquero han registrado agregaciones de bivalvos bajo granjas marinas con más de 15 años de producción, que constituye hábitat adecuado para la colonización de especies locales.

Chile produce anualmente aproximadamente 400000 t de mitílidos cuyas semillas son principalmente obtenidas a través de acuicultura basada en captura, por lo que se estima que el desarrollo de este tipo de acuicultura restaurativa tiene altas probabilidades de ser exitoso. Esto, debido a que los mitílidos son reconocidos bioingenieros ecosistémicos en sistemas bentónicos marinos, son considerados colonizadores primarios de sustratos duros y filamentosos en estuarios y áreas costeras y por lo tanto su acuicultura puede ser una alternativa para la restauración de bancos explotados y sus asociados servicios ecosistémicos.

Sin embargo, las actividades de captación de semillas (acuicultura basada en captura) y de repoblamiento se han desarrollado con una aproximación desacoplada de los procesos ecológicos de i) suministro larval, ii) asentamiento, iii) reclutamiento[1] y estado de los bancos, insumos que son clave para evaluar el éxito y proyectar la APE-BC y el repoblamiento.

Un primer paso para para avanzar en una APE-BC y Repoblamiento es, además de identificar las especies de importancia comercial, establecer un diagnóstico tipo línea de base de las características del área a manejar/gestionar, que incluya (i) factibilidad técnica-ambiental, (ii) factibilidad socio-económica y de (iv) condiciones de gobernanza mínima.

Una vez elaborado el diagnóstico se debería avanzar hacia un plan de acción/gestión de APE-BC y Repoblamiento, consensuado con la PAR involucrada o interesada en involucrarse y otros usuarios locales que puedan transformarse a APE. Entre los temas prioritarios para abordar ser debería considerar un plan de gestión con recursos y sistema de monitoreo/seguimiento/acompañamiento, además de un sistema de evaluación.

 

Referencias

[1] Lovatelli A, Holthus PF (2008) Capture-based aquaculture. Global overview. FAO Fisheries Technical Paper, Rome. https://agris.fao.org/search/en/providers/122621/records/64724faf2c1d629bc979f455

[2] Harrold C, Light K, Lisin S (1998) Organic enrichment of submarine-canyon and continental-shelf benthic communities by macroalgal drift imported from nearshore kelp forests. Limnol. Oceanogr. 43:669-678